IV Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs
Fecha: 05 – 07 septiembre de 1992
Lugar: Santa María, Brasil
Tema: Desafíos para las CEBs: articulación y metodología
Lema: Las CEBs ante el marco y retos de los 500 años
Objetivo general: Compartir, recoger y celebrar el caminar de las CEBs latinoamericanas (memoria), frente a la realidad eclesial y los desafíos de las culturas y movimientos populares (misión).
Participantes: 100 personas de 18 países: Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Guadalupe, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México, Colombia, Bolivia, Ecuador, e invitado Estados Unidos.
Mensaje Encuentro IV
IV Encuentro Latinoamericano de CEB
Mensaje a las CEBs de Latinoamérica y el Caribe
En el marco de este IV Encuentro latinoamericano y del Caribe de las CEBs, dentro del V centenario y próximo a la Conferencia de los Obispos en Santo Domingo, queremos compartir nuestra vivencia con los hermanos y hermanas que están en el mismo proceso de Fe y Vida, intentando transformar, en la perspectiva del reino, las distintas realidades socio-político-económicas, culturales y religiosas de nuestro continente.
Para esa tarea, confiamos en el Dios de la Vida y de la Historia, que en Jesús se ha hecho pobre y liberador y sigue enviándonos su espíritu como luz y fuerza para el camino, y recogemos, con esta tarea, la herencia que nos ha dejado nuestros mártires y profetas.
Como Iglesia que somos, queremos vivir la eclesialidad de un modo adulto y corresponsable, en comunión y con libertad. Iglesia en la base, nos sentimos particularmente llamados a llevar el Evangelio a los hermanos y hermanas distantes y marginados.
Seguidores de Jesús, continuaremos en defensa de la Vida y en la lucha por la tierra Madre.
Queremos estar siempre más enraizados en las culturas de nuestros pueblos y desde ellas celebrar el dolor, al alegría y la esperanza.
Queremos ayudar a toda la Iglesia a superar cualquier tipo de evangelización colonizadora y elitista.
Frente a la situación de miseria y consumismo, de prepotencia y marginación, de un primer mundo y un tercer mundo, queremos colaborar, día día, con todos los hombres y mujeres que en esta Patria grande luchan por la justicia, la paz y la libertad.
Renovaremos continuamente nuestra espiritualidad en la acogida de la Palabra de Dios, la oración comunitaria y personal y el servicio. Y Siguiendo el ejemplo de Jesús, asumiremos generosamente el conflicto que nuestra misión nos pueda acarrear dentro y fuera de la Iglesia.
Continuaremos trabajando decididamente en los diferentes espacios de diálogo y participación:
En la defensa de los derechos humanos y de la ecología;
En la vivencia y el ejercicio de una democracia verdaderamente popular;
En la intersolidaridad de Latinoamérica y el Caribe;
En un estilo de vida y de pastoral que se aproxime cada día más a las mayorías abandonadas;
En una liturgia cada vez más inculturada y popular y en la diversidad de los ministerios;
Y en el verdadero ecumenismo de diálogo y colaboración con los demás cristianos y cristianas que comparten la misma opción evangélica por los pobres.
Confiamos a la Madre de Jesús, inculturadamente nuestra en Guadalupe, esta misión de las CEBs de toda nuestra América.
Santa María, Rio Grande do Sul, Brasil. 8 de septiembre de 1992
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